Una cuenca es un territorio, un espacio rodeado por montañas, en el que el agua de lluvia que cae sobre la tierra alimenta y fluye hacia un mismo río, lago o mar. La Cuenca Libres-Oriental es una cuenca cerrada con forma de “jícara” o “molcajete” en el que el agua de lluvia proveniente de las nubes cae sobre la tierra y escurre formando corrientes y arroyos que corren por laderas y barrancas y, al unirse con otros escurrimientos, forman ríos cuyas aguas fluyen hacia lagunas, acuíferos o mares.
La Cuenca Libres-Oriental es una cuenca cerrada o endorreica, en la que el agua de lluvia que cae sobre su superficie, escurre y se almacena en lagunas, o bien, se infiltra hacia el suelo alimentando un extenso sistema hídrico subterráneo llamado acuífero. Está rodeada por algunas de las montañas más grandes de México tales como el Citlaltépetl (Pico de Orizaba), el Nauhcampatépetl (Cofre de Perote) y la Matlalcuéyatl (Malinche). En su interior, en las partes más bajas, existen hermosos axalapascos (cráteres-lagos) tales como Aljojuca, Atexcac, Alchichica, Tecuitlapa, La Preciosa, etcétera.
En general, hay dos tipos de cuencas: en las que el agua que llueve sobre la tierra escurre y fluye hacia el mar (exorreicas o abiertas) y aquellas en las que el agua de lluvia escurre y se acumula en su interior, sin salida al mar (endorreica o cerrada).
Las cuencas son sistemas súper importantes ya que en ellas ocurre el ciclo del agua en su totalidad, desde la evaporación hasta la lluvia, ya que dan sustento y permiten el mantenimiento de la vida de las personas, las plantas, los animales y los ecosistemas en general.
La Cuenca Libres-Oriental brinda el agua necesaria para la agricultura, el consumo doméstico y diversas actividades económicas y cotidianas. Sin embargo, a pesar de su extraordinaria importancia ecológica y social, la Cuenca Libres-Oriental presenta un escenario crítico de emergencia sanitaria y ambiental a causa de la sobreexplotación y contaminación del agua, el suelo, el aire y el ambiente. El agua de la cuenca se sobreexplota, se contamina y se ha acaparado por unas cuantas manos, lo cual ha producido un severo desequilibrio ecológico que pone en riesgo la vida y el futuro de los pueblos, plantas y animales de la región.
En su planicie central, existen lagos como El Salado y Totolcingo, así como hermosos axalapascos (cráteres-lagos) como Alchichica, San Luis Atexcac, La Preciosa, Aljojuca, Quechulac y San Miguel Tecuitlapa. Estos axalapascos constituyen ecosistemas únicos en el mundo.
Alchichica destaca por sus características únicas tales como su salinidad, su potencial como sumidero de carbono y la presencia de estromatolitos, estructuras sedimentarias formadas por cianobacterias y carbonato de calcio; y que son consideradas uno de los registros de vida más antiguos del planeta. Alchichica alberga especies endémicas y microendémicas tales como el ajolote y el charal de Alchichica, bajo el estatus de protección especial y amenazada, respectivamente.
En la Cuenca Libres-Oriental existe una gran agrobiodiversidad en términos de hongos, frutales, cactus, cereales, leguminosas y especies forestales. La milpa ha sido el sistema agrícola ancestral-tradicional que ha posibilitado el cuidado, la conservación y la ampliación de dicha agrobiodiversidad. En el caso del maíz, en la región existen, por ejemplo, diversas razas tales como teocintles, cacahuacintle, celaya, cónico, palomero toluqueño, arrocillo, bolita, elotes cónicos, chalqueño, maíces nativos, entre otras.
Los pueblos ancestrales que hace varios siglos habitaron la Cuenca Río Libres-Oriental, desarrollaron una estrecha relación con la naturaleza, el agua y los cerros. En la actualidad, múltiples pueblos conservan aún dicha cultura de cuidado de la naturaleza y sus ciclos, la cual está directamente vinculada a la milenaria cultura de la milpa, organizada a partir de la diversidad y la complementariedad.
La estrecha relación con la naturaleza se manifiesta en la espiritualidad de los pueblos campesinos de la Cuenca Libres-Oriental, la cual está vinculada a su vez con la milpa, el agua, el territorio y el cosmos. Un caso ilustrativo es la celebración de las festividades en honor a San Isidro Labrador, quien es el patrono de las y los campesinos. Durante esta festividad, a través de plegarias y fiestas, los pueblos piden sean bendecidos con abundantes lluvias y buenas cosechas. Esta festividad tiene lugar el 15 de mayo de cada año y coincide con el inicio del ciclo agrícola de temporal en la mayor parte de los pueblos campesinos de la región.
Durante las últimas décadas, fundamentalmente a partir de la entrada en vigor del llamado TLCAN en 1994, la extraordinaria agrobiodiversidad de la cuenca asociada a la milpa en tanto sistema agrícola ancestral/tradicional ha sido impactada y desplazada a causa de la expansión de proyectos industriales/extractivos y la agricultura tóxica
La reconfiguración territorial de la Cuenca Libres-Oriental durante las últimas décadas, ha implicado el destierro de la milpa, la privatización de tierras ejidales, la devastación ambiental y la destrucción de la soberanía alimentaria regional.
La proliferación de paquetes tecnológicos agrícolas y el uso intensivo de agrotóxicos han impactado directamente en la disminución de la extensión de la superficie de milpa.
Una problemática territorial significativa es la presencia y expansión de mega granjas porcinas que albergan miles de cerdos. Esta expansión ha ocurrido en las últimas dos décadas, principalmente durante gobiernos neoliberales que brindaron a estas empresas diversas facilidades para utilizar los extensos recursos hídricos de la región.
Espacio digital del Centro de Estudios Ecuménicos A.C. Para más información de la situación ambiental de la Sierra Norte de Puebla, consulta nuestras redes sociales.